Recuerda que siempre te voy a querer, que no me puedo olvidar de ti. Eres esa pieza que faltaba en mi rompecabezas, aquella que perdí, que fue destruida. Pero tú, tú volviste a llegar volviendo a dar sentido a mis palabras, demostrándome que el amor es más que gemidos en un momento oportuno.
No puedo jurar que te amaré para siempre, ni tampoco puedo prometerte que no pasarán más personas en mi vida. Ahora sí, puedo declararte que mi tiempo contigo será intenso, tanto que creeremos que es infinito. Puedo susurrarte al oído que te quiero, todos los días, a todas horas. Voy a pedirte que no pienses en un mañana, que hoy, puede que tan solo por hoy, seremos únicamente dos adolescentes amando, con todo lo que ello conlleva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario