Busco fuerzas. Busco un movimiento dentro de mi ser. Busco mi pequeña revolución personal, esa que me incite al cambio y que me ayude a superar mis miedos. Esos miedos tan oscuros que hacen que todo se vuelva gris. Busco un sol en este sistema. Una risa dentro de un niño inocente. Unas alas con las que surcar el cielo. Un cerebro que me ayude a comprender este pequeño mundo un poco mas. Una teoría positiva que nos haga ver que todos tenemos un hueco en la Tierra. Busco a un pequeño filosofo, el Aristoteles del 2014. Unos oídos que escuchen para que una boca hable con sentido.
Deseos grandes de superación que hacen que cada día esté un poco menos cuerda. Puede que me cortaran la cuerda cuándo decidí embarcarme en este blog. Ha pasado tanto tiempo... ¿Con cuantos empecé a escribir? ¿Con 11 años? Y ahora con 14, 3 años más tarde, veo mi cambio. Como mi mente ha ido desenvolviéndose dentro de mi cuerpo. He ido viendo como mi alma, poco a poco ha aprendido a amar y a sentir.
¿Sabéis que? Todos los profesores de lengua que he tenido me han dicho que no sirvo como escritora. Que no controlo el arte de poder combinar las palabras entre sí para crear la más bella ciencia llamada literatura. Como jode que todo el mundo te dé la espalda cuando tienes admiración por algo.. No veas si jode.. Puede que si hubiera hecho caso de toda esa pobre gente, este blog ya no existiría. Pero realmente es lo que me gusta hacer.
No me gusta salir con mis amigos y "divertirme" como lo hacen ellos. Yo prefiero buscar a Mozart o a Beethoven y mientras ellos calan en mis oídos, dejar fluir mis palabras. Realmente me encanta.. Es raro encontrar en pleno siglo XXI a una persona de mi edad a la cual le guste la literatura y todo lo que equivale a ello. Pero yo solo dejo volar mi mente, despliego mis alas y vuelo a través de las palabras.

"Tan solo es mi modo de evasión dentro de un mundo lleno de complejos."