Ayer, fui a una boda y me asombro al ver personas mayores de 60 años totalmente solos, sin nietos ni hijos alrededor. Todo el mundo pasaba de estas personas y en sus caras se les reflejaba una triste y pronunciada sonrisa. Habían perdido las ganas de soñar.
En ese momento, me giré y vi a mi abuelo, al que tenía al lado. No paraba e repetirme en mi cabeza, por favor, que no me falte nunca.
Me di cuenta de la suerte que tengo de haber nacido en una familia como la mía. Tiene fallos, claro que sí pero allí nadie esta de más y nadie se queda solo.
No podía para de pensar en toda esa gente que a lo largo de su vida lo había perdido todo. Amigos, familiares,.. Tan solo quedaban ellos como sus últimas compañías.
La soledad es muy mala, es como un gusano que te come tus sentimientos. Te deja sin nada. Cuando ese gusano acaba la tarea de dejarte sin nada, sin sentimientos, sin estima, sin amor, sin cariño... Entonces el se va dejando tu interior vacío y sin sangre en las venas, mueres...
Yo no me ciño a nada, no soy de extremos. Soy de las que siente la vida y busca la felicidad por encima de todo. No niegues a la cabeza lo que el corazón ambiciona, porque él va a luchar por ello y ella le necesita a él por muy necias que sean sus ideas. Vivo en cada palabra, en cada renglón, en tus labios y tus oídos, búscame en tus ojos, me pierdo por el Bronx y amanezco en Brooklyn, descubro mi lugar en el mundo y me aferro a él. Te quiero, por encima de cualquier pero.
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"De nuevo, temor y temor.Una señal. Yo aquí intentando convencerme de que siempre doy lo mejor de mí mismo y la naturaleza diciéndome exactamente lo contrario: El que está realmente comprometido con la vida jamás deja de caminar." Paulo Coelho.
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